Para las personas que nunca han usado las dos agujas, quizá sea un vicio incomprensible... pero todas las que alguna vez hemos intentado hacer algún trabajo manual sabemos que no es así.
Una tejedora, nace y se va haciendo con el paso de los años. En sus trabajos se reflejan sus gustos y su personalidad.
Cuando cogemos las agujas no podemos parar y siempre sale de nuestras bocas: "un poquito más".
Observamos orgullosas nuestras labores antes, durante y al finalizarlas, con cierto afán desconfiado y le buscamos todos lo fallos, aunque a veces no los tengan.
Observamos orgullosas nuestras labores antes, durante y al finalizarlas, con cierto afán desconfiado y le buscamos todos lo fallos, aunque a veces no los tengan.
Tejer es un básalmo porque mientras calcetas te evades de los pequeños problemas diarios y sin darte cuenta; y te estás dedicando un poquito de tiempo para lo que te gusta.
En fin VIVAN LAS TEJEDORAS!!!